'Guerriero narra esta historia inverosímil con una austeridad ejemplar, con la dignidad propia de los grandes reportajes. Pero no 'grandes' porque sean épicos o megalómanos: más bien es al revés. Guerriero practica un periodismo como lo hubiera cultivado Eurípides: atento siempre a la nota humana, acercándose a la voz de quien desea conocer'—Nueva Tribuna
En 1982, al acabar la guerra de las Malvinas, en la que murieron 649 soldados argentinos, muchos de ellos muy jóvenes, el oficial inglés Geoffrey Cardozo quedó a cargo de darles sepultura. Hizo cuando pudo para identificar cuerpos, y que hubiesen cruces y tumbas dignas. En fin, diseñó un cementerio. Y redactó un informe detallado del proceso. Este informe llegó a manos del gobierno militar argentino, que no hizo nada con él. Ni siquiera compartirlo con los familiares de las víctimas. Muchos caídos siguieron sin identificar durante décadas.
Este libro narra el empeño humanitario, político y forense por recuperar la memoria enterrada con esos restos, y a la sombra de una dictadura militar cuya violencia y represión alcanzaron las propias filas de soldados enviados a defender la soberanía de Argentina en las islas Malvinas.
A fines de los años noventa, en Las Heras, un pequeño pueblo petrolero de la provincia argentina de Santa Cruz con un alto índice de desempleo y sin ningún tipo de futuro para los jóvenes, se produjeron doce suicidios. La mayoría de los muertos tenía alrededor de veinticinco años y eran habitantes emblemáticos de la ciudad. La autora habló con los familiares y amigos de los suicidas, recorrió las mismas calles y visitó cada rincón del pueblo. Esta crónica reconstruye los episodios trágicos de esos años y pinta magníficamente la vida cotidiana de una comunidad alejada de las grandes ciudades.
Un libro de crónicas cubanas de la mano de doce de los más prestigiosos periodistas y escritores de nuestro tiempo que abarca política y arte, música y béisbol, presente y pasado, y nos ofrecen una excepcional instantánea de la particular encrucijada en la que se encuentra la sociedad cubana. "De todas las preguntas que debe hacerse el periodismo, solo hay una que, si hablamos de Cuba, puede responderse fácilmente: dónde. Todo el mundo sabe más o menos dónde queda Cuba. Para las demás: 'qué es Cuba, quiénes son los cubanos, cómo es Cuba, cuándo comenzó Cuba a ser lo que es, por qué Cuba es como es', y diversas variaciones y combinaciones de lo mismo no solo no hay respuestas fáciles sino que cada quien parece tener las suyas. "Los doce textos que componen este libro procuran alejarse de los reduccionismos más tópicos y contar el país desde el territorio más peligroso, y por lo mismo más interesante, de la duda y la contradicción. Contar Cuba -como contar el desembarco en Normandía o la caída del Muro de Berlín- es contar la Historia en mayúsculas: una tarea ambiciosa. Pero, en el tartamudeo ametrallado de los tiempos presentes, estos son algunos intentos.»